Monday, March 02, 2015


Nisman y la política exterior de la Argentina



Desde la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra el gobierno nacional y en particular a partir de su muerte, se está profundizando una estrategia política tendiente a desestabilizar la administración de Cristina Fernández. Entre los objetivos de la maniobra, se encuentra el intento de alinear geopolíticamente a la Argentina a los planes de los EUA.El desafortunado y tendencioso manejo que realizó de la causa AMIA el fiscal fallecido y la campaña internacional contra el país desatada el último mes, exceden el mero ámbito de la política interna y forman parte de una estrategia más amplia. Su objetivo fundamental intenta:
- Alejar a la Argentina de Irán y de todos aquellos países que no apoyaron en las últimas décadas la estrategia política norteamericana y de Israel en Medio Oriente.
- Ligar a la Argentina a la geopolítica de los EUA en América Latina. Parte de la estrategia norteamericana fue rechazada públicamente en el año 2005 con el “no al ALCA”.
- Deteriorar el poder de los gobiernos nacionales y populares de América Latina. En paralelo a la Argentina, buena parte de los proyectos populares están recibiendo un enfrentamiento mordaz por parte del poder económico y mediático internacional.
- Debilitar políticamente al gobierno nacional de Cristina Fernández, de cara al recambio electoral del año 2015. Una salida estrepitosa del Frente Para la Victoria permitiría el regreso de los EUA y de los capitales financieros internacionales al control del Estado argentino. Derrotado el programa de Cristina Fernández se debilitarían los gobiernos populares de Uruguay, Venezuela, Brasil o Bolivia.
En el terreno judicial y como resultado del accionar político de Nisman y de sus antecesores fiscales y jueces, los 85 muertos del atentado de la AMIA siguen sin encontrar justicia a más de 20 años del terrible atentado. Entre los causantes de la dificultad de la justicia argentina para llegar a los verdaderos ejecutores, debemos destacar que la causa es utilizada como un “botín” de la lucha política internacional.
Nisman y los EUA
Hay varios indicios de que el fiscal Nisman no actuó imparcialmente en su condición de miembro de la justicia argentina. Por el contrario, hay pruebas de que en diversas oportunidades siguió indicaciones de los Estados Unidos y de Israel. En los papeles del Departamento de Estado de los EUA que difundió Wikileaks, el titular de la Unidad de Investigaciones de la causa AMIA aparece dialogando en reiteradas ocasiones con la Embajada norteamericana. Según los cables difundidos, los diplomáticos extranjeros le “sugirieron” investigue la “pista iraní” y no la “pista siria” o la “conexión local” (O´Donell 2011:31-39).
Los norteamericanos tuvieron un rol central en las investigaciones del atentado de la AMIA. Desde el origen de la causa Carlos Menem había decretado la “extraterritorialidad” de la zona del siniestro, favoreciendo el ingreso de militares y personal de inteligencia de los EUA (CIA) y de Israel (Mossad). La estrategia originaria de los EUA en la causa AMIA, fue la de sostener que el atentado lo ejecutó Irán. Extrañamente por la prematura, el gobierno de los EUA impulsó la culpabilidad de Irán y del Hezbollah libanés desde el mismo día del terrorífico atentado (18 de julio de 1994). Desde dicha fatídica jornada a la fecha, tanto el Juez Juan José Galeano, como Rodolfo Canicoba Corral y los fiscales Nisman y Martín Burgos, reiteraron casi exclusivamente esa misma línea de investigación. Los resultados fueron casi nulos y no hay culpables juzgados y detenidos en una causa que ya acumuló la desorbitante cantidad de un millón de fojas en casi 5000 cuerpos (Labaké 2012).
Durante toda una década el fiscal Nisman insistió sin resultados concretos y con dudosas pruebas, dicha hipótesis norteamericana. La obsesión del fiscal (¿imposición norteamericana?) por acusar a los iraníes, lo llevó a cometer improcedencias judiciales importantes. En el año 2003 y formando parte de una actitud que el periodista Jorge Lanatta caracterizó como una “ fiebre de detención” , el fiscal requirió a Interpol la detención de 22 iraníes. En el universo de acusados estaba Hadi Soleimanpour, ex embajador de Irán en la Republica Argentina al momento del atentado de 1994. Soleimanpour fue detenido en una prisión de alta seguridad y fue juzgado por tribunales ingleses, que lo declararon libre por la debilidad de las pruebas presentadas por la Argentina. El Estado de nuestro país pagó las costas del juicio a los británicos, que superaron la abultada cifra de 200.000 libras.
Tanto el embajador iraní como el agregado cultural de ese país Moshen Rabbani, habían sido inculpados con información de la hoy disuelta SIDE. Los informes acercados al fiscal fueron elaborados por la gestión del cuestionado Miguel Ángel Toma. El ex diputado Mario Cafiero mencionó que Toma se vinculó estrechamente a los EUA y apoyó las pistas de la CIA. La improcedencia judicial y la falencia de los documentos probatorios de la justicia y de la SIDE, fue reclamada en más de una ocasión por el gobierno de Irán. Varios de sus argumentos pueden leerle en el libro de Juan Labake y fueron explicitados en 2006 por el encargado iraní de negocios, M ohsen B aharvand, al periodista de diario Página 12 Raúl Kollmann (Labaké 2012: 125-200) (Kollmann 2006).
En otro acto improcedente en términos judiciales y cuestionable de cara al buen manejo de las relaciones internacionales del país, Alberto Nisman manifestó públicamente haber encontrado testigos que demostraban la presencia de la persona que detonó el coche bomba (es bueno destacar que la existencia de la Traffic blanca también es dudosa existencia según obra en la causa). El supuesto inculpado terrorista era el libanes Ibrahim Berro y quedó demostrado que murió en el Líbano y no en el atentado en la Argentina. Las pruebas de los falsos testigos habían sido otorgadas por la jefatura de contrainteligencia de la SIDE, a cargo del hoy denunciado Antonio Stiusso y por la CIA. Semejante proceder en un tema tan delicado que hace al honor de los 85 muertos y a las correctas relaciones con el mundo, le permitió decir a Jorge Lanatta que a Nisman “bien podría costarle un juicio político, pero parece que la Argentina da para todo” (Lanatta 2006).
Acusado de mal desempeño, de impulsar encubrimientos y sobornos con apoyo de la SIDE, el Juez Galeano fue destituido. Entre otras cuestiones, se comprobó que intervino en el pago de 400.000 dólares a Carlos Telleidín con la finalidad de que declare falsamente e involucre a un grupo de policías bonaerense. La salida del juez hizo público los infructíferos y preocupantes manejos de la justicia y de la SIDE, desprestigiando aun más el funcionamiento de la investigación del atentado. La disolución actual de la agencia de inteligencia nacional tiene en la causa AMIA un antecedente importante.
La denuncia por encubrimiento contra Cristina Fernández, Héctor Timerman, Luis D`Elia, el miembro de una mezquita Alejandro Khalil, Andrés Larroque o el dirigente Fernando Esteche, carece de solidez y forma parte de la estrategia política que Nisman aplicó a lo largo de su desempeño como fiscal de la causa AMIA. La posibilidad de que Timerman sea el “instrumentador del plan de impunidad” “ideado por la Presidenta”, suena a verdadero disparate. Lo mismo debe decirse acerca de que el ministro Julio De Vido podría involucrase en un accionar de este tipo, para dotar a la Argentina de petróleo. Todo el bloque de legisladores que aprobó el Memorándum con Irán, ¿también serían instrumentadores del encubrimiento?: en este caso, ¿la Argentina sería un país terrorista?. Absurdo, falto de pruebas y realmente delirante, dada la trayectoria de cada uno de los inculpados por Nisman. La improcedencia judicial y la inexistencia de evidencias, llevó al juez Daniel Rafecas a desestimar rápidamente la denuncia contra Cristina Fernández (en éste caso requerida por el fiscal Gerardo Pollicita).
Es importante no perder de vista que en una década él y sus 45 empleados de la Unidad Fiscal de Investigaciones de la causa AMIA que fue creada en 2004, no aportaron prácticamente nada más allá de profundizar la hipótesis de los EUA y del destituido Galeano. A Nisman y tal cual lo sugirió Jorge Lanata, también pudo -o debió como insinúa el periodista-, haberle caído un requerimiento de destitución.
Las relaciones exteriores y la muerte del fiscal
Desde el año 2003 la República Argentina viene desenvolviendo una política exterior con vocación independiente. Con avances y retrocesos, con limitaciones y con importantes logros, el país encaró la determinación de ser una nación soberana, dejando atrás la humillante y perniciosa etapa del neocolonialismo con los EUA. Históricamente la estrategia de los norteamericanos y del bloque de poder Europeo (principalmente Inglaterra), es que Argentina no alcance lazos políticos estratégicos con otros Estados.
En cuestiones de integración iberoamericana los logros no son pocos y el Frente Para la Victoria acompañó la creación de la UNASUR y Néstor Kirchner fue su primer secretario general.
Los principales aliados comerciales de nuestro país son China y Brasil, dos miembros del bloque de los BRICS.
Hay que destacar que en pleno embate del imperialismo financiero y judicial de los EUA (fondos buitres y juez Thomas Griesa), visitó el país el presidente Ruso Vladimir Putin, quien impulsó acuerdos para desarrollar de manera conjunta la energía nuclear y petrolífera. Como corolario, el presidente ruso apoyó la reivindicación del país en la causa Malvinas.
En el año 2014 Argentina recibió la histórica visita de una delegación de China, que otorgó al país apoyo financiero (“swap” por el equivalente a 11 mil millones de dólares, inversiones en represas hidroeléctricas y en transporte de cargas) y soporte tecnológico (ferrocarriles o energía atómica). En línea con el planteo de Putin, el presidente Xi Jinping se solidarizó con la causa Malvinas y acompañó las negociaciones frente a los fondos especulativos. Resultante de los acuerdos, paulatinamente, la Argentina avanzaría en la estrategia de remplazo del monopolio de las reservas en dólar, incluyendo el yuan chino entre otro paquete de monedas.
También en el “Grupo de los 77” (son 133 países), el gobierno consolidó un apoyo fundamental en las negociaciones contra los grupos financieros y en la causa de recuperación de la Malvinas.
El triunfo de la Argentina en ambas causas implicaría una derrota fundamental del imperio norteamericano y de sus socios europeos, que construyen su poder sobre dos pilares:
- Poder financiero: EUA controla las principales plazas financieras y tiene un manejo importante del FMI y del Banco Mundial.
- Poder militar: las Islas Malvinas son una base militar de la OTAN en el Atlántico Sur. Desde su plataforma en las islas tienen acceso al petróleo y manejan una puerta de entrada y base de operaciones sobre el Como Sur y la Antártida.
En la carrera por el control del mundo, los miembros de los BRICS están disputando el poder militar y financiero de los EUA. La lucha económica mundial parece estar siendo ganada por China, quien en breve será la primera potencia mundial desplazando a los EUA. La década actual es una bisagra en la geopolítica de la post Segunda Guerra y el avance de China y Rusia en Iberoamérica está replanteando el ordenamiento mundial.
El accionar de Nisman en la causa AMIA y la campaña de prensa actual, se inscribe en esta disputa internacional que intenta detener el avance de China y de Rusia en la integración regional abierta en la última década.
Los poderes de segundo orden
En su disputa geopolítica el establishment ordena y moviliza a los otros poderes internos. Entre ellos, tiene importante injerencia en el comportamiento de sectores de la clase política, el periodismo, la justicia o los servicios de inteligencia. La acción de enfrentamiento al gobierno por parte de estos poderes, se aceleró por el hecho de que en agosto de 2015 hay elecciones nacionales.
Los grupos mediáticos concentrados locales y sus redes regionales y mundiales, efectúan un hostigamiento permanente contra el país. La masiva cobertura de la marcha de los fiscales aduciendo la muerte Nisman, es su última y más clara expresión [1] .
Tal cual mencionamos anteriormente, en sectores de la justicia y la SIDE existe una relación estrecha con poderes extraterritoriales. El enfrentamiento que le realiza parte del poder oligopólico insertado en la justicia, el gobierno lo disputó con una ley de democratización (frenada por la misma justicia), movilizando y organizando sectores progresistas del mismo poder (Justicia Legitima), con una disputa de los colegios de abogados y otros ámbitos institucionales y con una reforma de códigos y de normas. La intervención de la SIDE se propone cortar una red de negocios y de complicidades entre la inteligencia nacional, la justicia y los poderes trasnacionales. La respuesta no se hizo esperar y el poder judicial bloqueó leyes fundamentales como la de servicios de comunicación y otras causas por delitos económicos de grupos oligopólicos. Actualmente está en una campaña de “procesamiento” masiva de los funcionarios públicos. La movilización del día 18 de julio forma parte de la disputa y los fiscales enfrentados a Gils Carbó y el gobierno nacional, apuestan a la salida debilitada de Cristina Fernández y a ocupar los lugares en el Ministerio Público.
Poderes locales e internacionales están moviendo sus jugadores en la Argentina y en Iberoamérica. No es el primero, ni tampoco será el último intento de desestabilización. En algunos países están aplicando la estrategia política y mediática que Moniz Bandeira describió enFormula Para el Caos y que posibilitó la caída de Salvado Allende en Chile. La injerencia nociva de los EUA en las políticas de nuestros países es denunciada actualmente por Evo Morales, por Nicolás Maduro o por Lula Da Silva. Anteriormente en nuestro sufrido y combativo continente, la perniciosa acción norteamericana había sido revelada por los mandatarios Juan Perón, Fidel Castro, Getulio Vargas o Joao Goulart.
Nota:
[1] La muerte del fiscal y la marcha del 18 N fue reproducida por la prensa concentrada mundial. La noticia tuvo una cobertura importante en los diarios norteamericanos The Washington Times o The Washington Post; los españoles El País y El Mundo; el británico The Guardian o el francés Liberátion. La CNN norteamericana está operando permanentemente para dar entidad a las acusaciones de Nisman contra el gobierno nacional.
Textos citados
· Kollmann Raúl (2006) Irán versus la fiscalía, Diario Página 12, 19/11/2006. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-76449-2006-11-19.html· Labaké Juan Gabriel (2012) AMIA, Embajada ¿verdad o fraude?, Ed. Reconquista, Buenos Aires.
· Lanata Jorge (2006) Tócala de nuevo Nisman, Diario Perfil, 19/11/06. http://www.perfil.com/columnistas/Tocala-de-nuevo-Nisman-20061119-0005.html
· Moniz Bandeira Luiz Alberto (2001) Formula para el caos. La caída de Salvador Allende (1970-1973), Ed. Corregidor, Buenos Aires.
· O´Donell (2011) ArgenLeaks. Los cables de Wikileaks sobre la Argentina, Ed. Sudamericana, Buenos Aires.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


La escena invertida

Página/12


El pronto y categórico fallo de Rafecas desnudó la debilidad de la acusación de Nisman y obstaculizó una operación para trasladar la causa por su muerte a un juez federal de la escudería Stiuso. Con el acto de hoy el gobierno procura volver a su quicio la escena invertida, en la que sus políticas de verdad y justicia fueron alzadas como consignas en su contra, incluso con movilización callejera. Netanyahu contra Obama por Irán, un nuevo escenario internacional que Nisman no ignoraba.Al desestimar la denuncia del extinto fiscal Natalio Alberto Nisman contra la presidente CFK, su canciller Héctor Timerman y el diputado nacional Andrés Larroque, el juez Daniel Rafecas desconcertó a tirios y troyanos, que no esperaban un pronunciamiento tan rápido y categórico. El editor general de Clarín, Ricardo Kirschbaum, cuestionó que Rafecas sólo hubiera encuadrado al falso agente de inteligencia Allan Bogado y por “tráfico de influencias”. Le pareció “poco para tanto revuelo”. ¿No será al revés, que se había armado un enorme revuelo en torno de tan poco? Esa inversión de los términos fue el concepto central de una columna publicada aquí el martes, por Verónica Torras, quien llegó al hueso de la operación en desarrollo desde el 14 de enero: inculpar por la muerte del fiscal al gobierno que asumió las consignas del movimiento por los derechos humanos y reclamarle justicia contra la impunidad, incluso con la movilización en las calles. Recomiendo leer ese texto porque es la reflexión más profunda vertida hasta el presente sobre el tema, y para compensar que le tomo prestado el título (http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/266790-71676-2015-02-24.html).
Para el sin duda bien intencionado columnista Alberto Amato, “en la Argentina, cuando un crimen roza al poder, queda impune”. ¿Sí? En pocos países más que en la Argentina los crímenes del poder están siendo castigados: desde Videla a Pedraza, de María Soledad a Cabezas y Marita Verón, de Río Tercero a Once y Cromañón. La única excepción han sido los crímenes del poder permanente, económico, eclesiástico, judicial o de Inteligencia. Hasta eso comenzó a cambiar, con el enjuiciamiento de Martínez de Hoz, Carlos Pedro Blaquier, Jimmy Smart, Oscar Justo Laguna u Otilio Romano, las sanciones al Banco Macro, las investigaciones sobre el HSBC, la disolución y la purga en la SI. Entonces todas las furias se desataron sobre el gobierno que lo consintió o lo impulsó. Además es asediado desde afuera por su posición inédita frente a los acreedores externos y los auditores financieros, su independencia en las relaciones internacionales que va desde el eje en el bloque sudamericano a la alianza estratégica con China y la búsqueda de acuerdos con Rusia.
La resolución del juez Rafecas comienza a poner en orden la escena que en los últimos cuarenta y cinco días se trastocó en forma brutal. El Gobierno no esperaba este desenlace porque maltrató a Rafecas cuando con la misma independencia aceptó la solicitud del fiscal Carlos Rívolo de allanar una propiedad del vicepresidente Amado Boudou. Un sector del radicalismo tampoco le perdona la investigación sobre la ley Banelco. En cambio lo respaldaron los organismos defensores de los derechos humanos, que lo reconocen por su tesis de doctorado sobre la tortura y por sus sistemáticas investigaciones sobre los crímenes cometidos en la Zona de Seguridad del Cuerpo de Ejército I, y las organizaciones de las colectividades armenia y judía, por sus estudios y libros sobre ambos genocidios. Eso frustró su destitución y no el presunto negociado con Eduardo de Pedro que le atribuyó Elisa Carrió, quien sustituye con tales ensueños la carencia cada día más evidente de buena información sobre lo que sucede, hasta llegar a la fantasía de un autogolpe que se daría hoy en el Congreso con apoyo militar. Al mismo tiempo que procuraba expulsar a Rafecas, el Gobierno propuso la designación como juez federal del coleccionista de parafernalia nazi Luis Osvaldo Rodríguez, para lo cual desdeñó la muy fundada impugnación del CELS. Integrante de la escudería Stiuso que administra Javier Fernández, Rodríguez es uno de los jueces que hoy acosan al Gobierno con causas disparatadas, como la imputación contra la procuradora del Tesoro de la Nación, Angelina Abbona, por cumplir con su deber de abogada del Poder Ejecutivo, que es defender a quien lo ejerce, ante la acusación de Nisman por un acto de gobierno. Peor aún, en torno de Rodríguez gira la maniobra en curso para desplazar a la fiscal Viviana Fein de la investigación por la muerte del fiscal y enfangar el expediente en el fuero federal, a partir de una causa previa por amenazas que está radicada en su juzgado. Rodríguez también tiene un expediente contra el propio Rafecas, por haberse atrevido a investigar el uso de los dineros de la ex SIDE para pagar los votos que hicieron ley la precarización laboral, y que el actual gobierno derogó. Rafecas se enterará hoy de que su resolución postergó una conferencia de prensa de los peritos designados por la exposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, para la que los policías bonaerenses Osvaldo Raffo y Daniel Salcedo ya habían comenzado los contactos con periodistas. Raffo fue el perito forense que en 1977 certificó que ni Jacobo Timerman ni Jorge Rubinstein habían sido torturados y en 1984 declaró ante el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que quienes torturaban a sus víctimas no eran los policías sino los guerrilleros, de lo cual no recordó ni un ejemplo. El informe que ambos pensaban entregar a la prensa aseguraba que la escena de la muerte fue adulterada para ocultar que a Nisman lo asesinaron. Sobre esa base, el juez federal Rodríguez pediría la inhibición de su colega del fuero ordinario Fabiana Palmaghini. Máximo Rosconi, defensor de Diego Cerebrito Lagomarsino, el acompañante de los tours internacionales de compras electrónicas de Nisman en Chile, con ingreso sin aduana garantizado por Antonio Stiuso, participó en forma inusualmente activa en la declaración testimonial de Sergio Berni. Lo interrogó como si fuera un imputado, con repreguntas impertinentes para un testigo. Estuvieron cerca de pasar a los golpes. En apariencia buscaba la declaración de nulidad del primer tramo del expediente. Pero en su infatigable recorrida de medios, el también defensor de Carlos Menem insiste en que no se trató de un suicidio. Esa hipótesis no necesariamente favorece a su cliente (que se convertiría en sospechoso de un crimen) pero encaja con el operativo de traspaso al fuero federal. “Rafecas no sabe que los partió al medio. Por eso lo único que se veía el viernes en televisión y en los portales de noticias era la fiesta de Boca con el debut del otro Daniel Osvaldo y si el vestidito es crudo y dorado o azul y negro”, ironiza desde su despacho judicial alguien que ni forma parte de Justicia Legítima ni se resfrió el jueves 18. “Ahora están pendientes de cualquier cosa que diga CFK sobre el fallo, para volver a la carga”, agrega.
Nunca es demasiado tarde para que los gobernantes aprendan que un juez serio y decente como Rafecas es algo que no tiene precio.
Sobres lacradosAlberto Adrian María Gentili, el amigo que Nisman proponía todos los años para cubrir sus licencias, quedó a cargo en forma interina hasta la designación del equipo que lo reemplazaría. Los empleados de la fiscalía le informaron que Nisman había dejado dos versiones de un mismo escrito, listo para su presentación. Después de leerlo, Gentili ordenó guardarlo dentro de un sobre lacrado en la caja fuerte y entregárselo a quien o quienes se hicieran cargo de la fiscalía especial. Se trata de la solicitud al Poder Ejecutivo para que pidiera la intervención del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Así esperaba conseguir la cooperación judicial que la República Islámica de Irán se negaba a prestar para que pudieran ser indagados sus nacionales, cuya captura el propio Nisman había pedido en 2006 y que fue el origen de las famosas alertas rojas de Interpol. La secretaria de la Unidad Fiscal, Soledad Castro, certificó en un acta del 20 de febrero que el fiscal había firmado esos documentos en diciembre de 2014 y rubricado sus últimas fojas en enero de 2015 “sin precisar el día”. Rafecas consignó en su resolución el asombro que le produjo constatar que Nisman formula allí una valoración positiva de los pasos que la presidente dio en el tema hasta septiembre del año pasado, es decir un año y nueve meses después de la firma del Memorando de Entendimiento. Si bien Nisman entendía que, a raíz de la negativa iraní a la extradición y al juicio en un tercer país, ese tratado bajaba las exigencias iniciales, no consideraba que su firma constituyera un crimen tipificado en el Código Penal, según sostendría pocos días después, el 14 de enero de este año. “Ante lo expuesto, estimo prudente no formular aquí comentarios” escribió con cierto pudor Rafecas.
Este mecanismo se repite varias veces a lo largo de su resolución: para Rafecas la prueba de que no hay delito en el accionar oficial la suministra el propio Nisman, en “una suerte de refutación a sí mismo”. El juez cita por lo menos tres veces en las que Nisman afirma que el Acuerdo no entró en vigor, por lo cual no tuvo efectos jurídicos, “incluyendo los efectos penales”: en las fojas 16, 121 y 180 de su autocontradictoria acusación.
De frente y de perfilDel mismo modo, el testimonio de José Ricardo Eliaschev ante Nisman refuta la nota periodística por la que fue citado. En el diario Perfil escribió haber visto un documento interno del gobierno persa en el que se afirmaba que la Argentina había perdido interés en el esclarecimiento de los atentados y prefería mejorar sus relaciones económicas con Irán. Pero como testigo dijo algo “claramente distinto”. En “esta declaración juramentada, de ser cierto lo que el ‘paper’ decía, de haber sido correctamente interpretado por el funcionario iraní de su contraparte argentina y de haber sido correctamente traducido del farsí al inglés, el contenido del mismo no revela nada en sí mismo sustancial: la Argentina querría ‘dar vuelta de página’ en las relaciones bilaterales, y para ello, correspondería –dice el “paper”– avanzar en un acuerdo importante”. Nada más que eso.
Basado en la denuncia de Nisman, el fiscal Gerardo Pollicita presentó el requerimiento de instrucción. Rafecas dejó constancia de que Pollicita se basó pura y exclusivamente en la denuncia de Nisman, lo cual puede ser una manera sutil de señalarle que con una simple instrucción preliminar hubiera podido arribar a la misma desestimación que él. Parte de ese camino lo recorrió el propio Rafecas. En una de las escuchas, el falso influyente Bogado se jacta ante su interlocutor musulmán de haber participado en las negociaciones sobre el Memorando de Entendimiento en Ginebra y de haberse reunido por la misma razón con personas de la colectividad judía en Nueva York. Pero “este personaje no registra una sola salida del país en los últimos diez años”, dice Rafecas. El juez también señaló un aspecto menos conocido del dictamen del fiscal Pollicita: “La claridad expositiva y la precisión en la definición de la hipótesis que ha delimitado en su escrito” fijó “el núcleo de la imputación”, lo que permite “despejar cualquier tipo de especulación y conjetura en este punto, sobre todo atendiendo la resonancia e implicancias que la denuncia ha concitado en la opinión pública nacional e internacional”. Pollicita circunscribió la investigación del presunto plan delictivo al señalar acciones concretas que habrían realizado la presidente y los demás imputados para “liberar de responsabilidad a los iraníes”. Una es la creación de una denominada Comisión de la Verdad, según Nisman “con facultades para asumir funciones de carácter estrictamente judicial en reemplazo del juez natural de la causa y del representante del Ministerio Público Fiscal”. Otra, la notificación a Interpol para que levantara “las circulares rojas”. Como la Comisión nunca se creó, las alertas rojas no se levantaron y la Argentina hizo todo lo que estuvo a su alcance para que siguieran en efecto, no hay delito, ni siquiera en grado de tentativa, concluye el juez.
Gente de palabraSi Pollicita apela la resolución de Rafecas, la decisión quedará en manos de una de las dos salas de la Cámara Federal: la I, integrada por Eduardo Farah, Jorge Ballesteros (quienes sin mencionar un solo precedente consideraron inconstitucional el Memorando de Entendimiento con Irán) y Eduardo Freiler, o la II, que integran Horacio Cattani, Martín Irurzun y el mismo Farah, a quien la escudería Stiuso colocó sobre el filo de ambas salas para que tenga una visión más completa del panorama. En forma paralela proseguirá la investigación sobre la muerte de Nisman. A 45 días del disparo, no hay evidencias irrefutables de que se haya suicidado, pero menos aún de que lo hayan muerto. Sin embargo, buena parte de la oposición judicial y mediática afirma sin dudar que se trató de un asesinato y atribuye la responsabilidad al gobierno. “Magnicidio institucional”, sentenció Nelson Castro, quien el jueves agregó que si Nisman estuviera vivo, Rafecas no hubiera cerrado tan pronto el caso contra la presidente, lo cual a su juicio prueba a quién le convino la muerte del fiscal. Su colega Eduardo Van der Kooy fue más allá: sin molestarse por las fuentes ni por el encadenamiento lógico, atribuyó el hecho a “un comando venezolano-iraní (con adiestramiento cubano)”. Joaquín Morales Solá esboza dos interpretaciones: o “sicarios iraníes” o “una dramática conclusión de su denuncia contra el gobierno argentino”, en cuyo caso la “eventual lista” de víctimas adicionales “podría ser más extensa aún y no agotarse ni siquiera en funcionarios judiciales”. El ex procurador fiscal ante la Corte Suprema desde el menemismo hasta su reciente jubilación, Luis Santiago González Warcalde, afirmó que fue “un crimen” en razón del trabajo de un hombre al que el gobierno nacional dejó “abandonado y solo”. Para el sociólogo Marcos Novaro la marcha del 18 de febrero “despertó el rechazo compartido a que la política recurra a la muerte de los adversarios”. La indiferencia por los hechos define los alcances de una neurosis colectiva que afecta al sector de la sociedad que ellos representan o del que provienen.
Otra voz muy distinta se escuchará hoy cuando la presidente inaugure el último período de sesiones de su segundo mandato, acompañada por una movilización que se preparó con esmero. La sanción durante el período de sesiones extraordinarias de la nueva ley de Inteligencia que ilumina uno de los sectores más oscuros del Estado, invierte el principio de secreto por el de transparencia y procura obstruir la relación promiscua entre los servicios y la justicia; la reformulación ministerial ya sin el irresponsable triturador de papel impreso; la incorporación de dos militantes de distintas generaciones como Daniel Gollán y Eduardo De Pedro y la revalorización de la eficiencia en la jefatura de gabinete; la apertura de los concursos públicos para 82 frecuencias de televisión digital en la Zona Metropolitana de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Tucumán, Resistencia, Formosa, Comodoro Rivadavia y Santa Fe, postergada desde el alejamiento de Gabriel Mariotto de la autoridad regulatoria, muestran la decisión de gobernar hasta el último día del mandato presidencial. Además de los anuncios de políticas sociales se esperan también definiciones políticas de la presidente, en una escena que vuelve a su normalidad luego de un mes y medio de desquicio. El martes, dirá lo suyo el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, sobre quien arrecian las presiones para que arroje nafta al fuego con un pronunciamiento recondiano sobre la independencia judicial. El mismo día, el primer ministro de Israel, Binyamin Netanyahu, hablará en el Congreso de Estados Unidos. En 2012, Netanyahu formuló una dramática declaración ante las Naciones Unidas, ilustrada con el rústico dibujo de una bomba, según la cual Irán estaba a sólo un año de construir su primer explosivo nuclear y reclamó acciones para impedirlo. Pero un documento secreto del Mossad, filtrado a la cadena de televisión Al Jazeera y al diario inglés The Guardian lo desmiente. Pocas semanas después del mensaje de Netanyahu, la propia Inteligencia israelí informó a Sudáfrica (de donde proviene la filtración) que Irán “no está realizando las acciones necesarias para producir armas”. El 17 de marzo Netanyahu arriesgará su cargo en las primeras elecciones en muchos años que pueden poner límite a la derechización total del “Estado Nacional Judío”, según la ley que priva de derechos a la minoría árabe, cuya sanción hace cien días hizo trizas la coalición gobernante y forzó la convocatoria electoral. En su mensaje del martes en el Capitolio Netanhayu cuestionará al presidente Barak Obama y la negociación nuclear del grupo 5+1 con Irán, que debe culminar con un acuerdo final en junio. Nisman no ignoraba estos cambios en el escenario internacional, que ya no es el de sus años de gloria.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-267135-2015-03-01.html



Billy el Niño, mientras torturaba a Lidia Falcón
"Ya no parirás más, puta"


La abogada y escritora feminista se adhiere a la Querella Argentina con una denuncia en la que describe las torturas sufridas en la Dirección General de Seguridad.

Cuando se desmayaba la desataban y la tendían en el suelo. La despertaban con un cubo de agua. Después el médico la reconocía, miraba el blanco de los ojos y le tomaba la tensión. "Dejénla descansar", solía recomendar. Ella quedaba en el suelo, mojada, durante horas, hasta que la bajaban a la celda. Al día siguiente, las torturas continuaban. Al sexto día los torturadores no pudieron seguir con las mismas sesiones. Ya no podían colgarla de la pared porque perdía el conocimiento rápidamente a causa. Entonces, cuando despertaba, seguía recibiendo puñetazos y patadas tirada en el suelo.

Pacto de silencio
Al noveno día la trasladaron a la Prisión de Mujeres de Yeserías en Madrid. Tenía rotos los tendones supraespinosos de los dos brazos y rasgados la matriz y los músculos del abdomen. Estuvo nueve meses en aquella prisión. Hasta el 11 de junio de 1975 cuando le concedieron la libertad provisional bajo la fianza de 30.000 pesetas. A pesar de estar acusada, nunca fue juzgada. De hecho, nadie fue juzgado por aquel atentado de ETA. Ni ella, ni los otros 21 procesados.

Falcón acudió años más tarde al Archivo Histórico a buscar aquellos expedientes. El de esta estancia en prisión, la anterior y las siete detenciones. No existían. Su nombre sólo aparece en documento que recoge una conversación mantenida por dos policías. "Todo ha sido eliminado. Es parte del pacto de silencio la Transición. Todo aquello queda atrás. No hay culpables. No hay condenados. No hay investigaciones. España es un país único y el bipartidismo tiene gran parte de la culpa", sentencia Falcón.  


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02-03-2015

La enorme influencia del lobby israelí en la política exterior estadounidense
Diez razones para rezar por el declive de la AIPAC

Common Dreams

Traducido del inglés para Rebelión por Sara Plaza

Como judía seglar, no rezo demasiado. Pero esta semana, con el lobby israelí AIPAC (American Israel Public Affairs Committee) celebrando su convención anual en Washington D.C., estoy rezando para que este año marque el principio del fin de su control sobre la política exterior de EE.UU.Entre el 1 y el 3 de marzo, más de 10.000 simpatizantes de la AIPAC se presentarán en la capital del país. El encuentro llega en un momento en el que la relación entre el presidente Barack Obama y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu toca su punto más bajo. La invitación del presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., el congresista republicano John Boehner, a Netanyahu para pronunciar un discurso en una sesión conjunta del Congreso, inmediatamente después de participar en la conferencia de la AIPAC, es vista por la Casa Blanca como un intento directo de debilitar al presidente y socavar las conversaciones con Irán sobre su programa nuclear. En una acción sin precedentes, 50 valientes congresistas han decidido saltarse el discurso de Netanyahu en el Congreso.
El apoyo de la AIPAC al primer ministro israelí pasando por encima del presidente estadounidense está convirtiéndola en un lobby a favor de los republicanos, lo cual, con un poco de suerte, podría resultar fatal para su influencia futura en Washington. He aquí diez razones por las que esto podría ser bueno para la paz mundial:
1. La AIPAC quiere sabotear las conversaciones con Irán sobre su programa nuclear. La AIPAC –como el gobierno israelí– no tiene ninguna fe en las complejas negociaciones que están teniendo lugar entre Irán y EE.UU. (junto con sus cinco socios) para impedir que Irán consiga armas nucleares. Quiere que se impongan mayores sanciones a Irán sabiendo que –como dijo el secretario de Estado, John Kerry– esas nuevas sanciones pondrían en peligro la vía diplomática. La AIPAC, que ejerció una influencia determinante en la imposición de durísimas sanciones económicas a Irán por parte de EE.UU. en el pasado, está ignorando las advertencias de la Casa Blanca y durante su reunión de este año presionará a favor del proyecto de ley Kirk-Menéndez , que Obama ha prometido vetar. Si las conversaciones sobre el programa nuclear fracasan, la violencia que azota Medio Oriente aumentará y arrastrará a EE.UU. por la peligrosa pendiente de la guerra.
2. La AIPAC promueve los asentamientos israelíes en contra del derecho internacional. Durante el pasado año se alcanzó la cifra más alta de israelíes viviendo en asentamientos ilegales, aproximadamente 350.000. A pesar de que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas reclamó la retirada de todos los asentamientos en Cisjordania y su suspensión sin condiciones, la construcción de éstos ha aumentado en un 40% bajo el primer ministro Netanyahu.  Los asentamientos israelíes violan la Convención de Ginebra y pueden ser investigados por la Corte Penal Internacional como "violaciones manifiestas de las normas internacionales de los derechos humanos y violaciones graves del derecho internacional humanitario". No es de extrañar que la AIPAC no quiera que Palestina sea miembro de la CPI ... 
3. La AIPAC apoya las terribles invasiones y el asedio a Gaza. Aduciendo que Israel estaba obligado a defenderse de Hamás, la AIPAC apoyó la ofensiva israelí denominada "Operación Borde Protector" durante el verano de 2004. El ataque provocó miles de muertos (entre ellos más de 500 niños), redujo a escombros 6 escuelas y hospitales de la Naciones Unidas, destruyó 18.000 viviendas y desplazó a 108.000 personas de sus hogares. Robert Cohen, el presidente de la AIPAC, justificó la ofensiva israelí en una reunión del Congreso el 23 de julio. La AIPAC también había apoyado las dos invasiones anteriores de Gaza y el bloqueo que ha sumido a 1,8 millones de gazatíes en la pobreza y la miseria.
4. La llamada de la AIPAC a apoyar incondicionalmente al Gobierno israelí amenaza nuestra seguridad nacional.  El apoyo unilateral de EE.UU. a Israel, exigido por la AIPAC, ha reforzado de manera significativa el sentimiento antiestadounidense en todo Oriente Medio, sembrando las semillas de posibles nuevos ataques terroristas contra nosotros. El prestigioso general caído en desgracia, David Petraeus, admitió que el conflicto israelí-palestino "fomenta el sentimiento antiestadounidense debido a una percepción de favoritismo de EE.UU. hacia Israel". Irán, por ejemplo, podría convertirse en un aliado fundamental de EE.UU. en Oriente Medio en la lucha contra el EI. Sin embargo, debido al odio de Israel a Irán y a la enorme influencia (léase, dinero) que ejerce sobre nuestros políticos, nuestra política exterior refleja mejor los intereses de Israel que los nuestros.  
5. La AIPAC convierte a EE.UU. en un paria dentro de las Naciones Unidas. La AIPAC describe a las Naciones Unidas como un organismo hostil al estado de Israel y ha presionado al Gobierno estadounidense para que se oponga a aquellas resoluciones que comprometan a Israel. Desde 1972, EE.UU. ha vetado al menos 45 resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenando los actos de violencia de Israel contra Palestina. En 2011, la AIPAC ayudó a convencer a 446 miembros del Congreso para copatrocinar resoluciones en contra de la petición de Palestina de obtener el estatus de Estado observador de las Naciones Unidas. Haciendo caso omiso de las objeciones de EE.UU (y de la AIPAC), en 2012 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una moción que reconocía a Palestina como "Estado observador no miembro" con 138 votos a favor y 9 en contra. Más recientemente, en respuesta a la solicitud de Palestina de formar parte de la Corte Penal Internacional (CPI), la AIPAC ha estado presionando a la administración Obama para que retirara su apoyo financiero a la Autoridad Palestina. A pesar de la oposición estadounidense, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, confirmó la adhesión de Palestina a la CPI a partir del 1 de abril de 2015, un movimiento muy controvertido que permitirá a Palestina presentar demandas por crímenes de guerra contra Israel.
6. La AIPAC facilita a los funcionarios del gobierno estadounidense una visión distorsionada sobre el conflicto israelí-palestino. La AIPAC ofrece a los representantes estadounidenses golosos viajes a Israel, viajes que son prácticamente obligatorios para todos los nuevos miembros del Congreso. La AIPAC regala a los congresistas –y a muchas de sus esposas– viajes pagados a Israel para que vean precisamente lo que Israel quiere que vean. Es ilegal que los lobbies se lleven de viaje a los congresistas, pero la AIPAC elude la ley recurriendo a una falsa fundación educativa, la AIEF (American Israel Education Foundation), que es la que se encarga de "organizar" los viajes. Las oficinas y el personal de la AIEF son los mismos que los de la AIPAC. Estos viajes consolidan los vínculos entre la AIPAC y el Congreso, sobre el que la primera ejerce una influencia indebida.
Para comprobar que la AIPAC tiene en el bolsillo a la mayoría del Congreso solo hace falta fijarse en cómo alardea de su conferencia política, en la cual "participarán más miembros del Congreso que en ningún otro acto, salvo una sesión conjunta del Congreso o un discurso sobre el Estado de la Unión".
7. La AIPAC ataca a los políticos que cuestionan el apoyo incondicional a Israel.  La AIPAC exige que el Congreso dé el visto bueno a la legislación elaborada por su propio personal. Además lleva un registro de las votaciones de los miembros del Congreso, que sirve a los donantes para hacer aportaciones a los políticos que votan bien, en tanto que los miembros del Congreso que no apoyan la legislación propuesta por la AIPAC corren el riesgo de no ser reelegidos. Es lo que les sucedió a los senadores Adlai Stevenson III y Charles H. Percy, y a los representantes Paul Findley, Pete McCloskey, Cynthia McKinney y Earl F. Hilliard. Recientemente muchos demócratas que han hecho pública su negativa de asistir al discurso de Netanyahu en marzo han sido el blanco directo de los partidarios de la AIPAC. El representante del magnate del juego Sheldon Adelson dijo que " si estos demócratas prefieren poner la política partidista por delante de los principios y dejar plantado al primer ministro de Israel, entonces tenemos la obligación de decirlo" . Quienes desde la derecha apoyan a Adelson y Netanyahu prometen emplear su riqueza y sus enormes recursos para castigar a los demócratas que se salten el discurso.
8. La AIPAC intenta silenciar las críticas a Israel tildando a los críticos de "antisemitas", "deslegitimadores" o "judíos que se odian a sí mismos".  Periodistas, think tanks, estudiantes y profesores han sido acusados de antisemitismo por el mero hecho de mantener posiciones críticas hacia las políticas del Gobierno israelí. Estos ataques ahogan las discusiones y debates críticos que constituyen la esencia de la política democrática.
9. La AIPAC presiona para que miles de millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses vayan a Israel en vez de a la reconstrucción de EE.UU.  Mientras las comunidades de todo el país recortan drásticamente los presupuestos del profesorado, los bomberos y la policía, la AIPAC presiona para conseguir más de 3.000 millones de dólares para Israel. Este dinero va a parar a manos del ejército israelí para mantener a la última el régimen de apartheid que oprime a los palestinos.
10. El dinero para Israel sale de los fondos de ayuda a los pobres del mundo. Israel ocupa el puesto 24 entre las economías más grandes del mundo, pero gracias a la AIPAC, consigue más dólares de los contribuyentes estadounidenses que ningún otro país. En un momento en el que el presupuesto para la ayuda exterior está siendo recortado, el que Israel siga acaparando la mayor parte de la ayuda exterior significa que se están deduciendo fondos de programas que son esenciales para proporcionar alimentos, alojamiento y ayuda de emergencia a las poblaciones más pobres del mundo.
El resultado final es que la AIPAC, que es un agente de facto de un gobierno extranjero, influye en la política estadounidense de manera absolutamente desproporcionada en comparación con el número de estadounidenses que apoyan sus políticas. Cuando un pequeño grupo como este tiene un poder desproporcionado perjudica a todo el mundo, incluyendo a los israelíes y a los judíos estadounidenses.
Tanto si hablamos de impedir una guerra catastrófica con Irán como de solucionar finalmente el conflicto israelí-palestino, un punto de partida obligatorio es acabar con el control de la AIPAC sobre la política estadounidense. Ese es el motivo por el que estoy rezando estos días, para que el desaire al presidente Obama y la ofensa a los congresistas demócratas lleven a la AIPAC hacia su propia desaparición.
Medea Benjamin ([email protected]), es cofundadora de Global Exchange y CODEPINK: Women for Peace, y la autora de Drone Warfare: Killing by Remote ControlEntre sus libros anteriores se encuentran Don’t Be Afraid Gringo: A Honduran Woman Speaks from the Heart , yStop the Next War Now (Inner Ocean Action Guide) (con Jodie Evans) .

Fuente original: http://www.commondreams.org/views/2015/02/27/10-reasons-pray-aipacs-decline